El performance NACER(HACER) comparte el acto de nacer de nuestra hija de manera natural y en nuestra cama, a través de dos videos que desnudan nuestra intimidad, testigos de un momento único y mágico como es APARECER en este mundo por primera vez.

Al mismo tiempo sobre el suelo yace una imagen de una niña que sonríe y a quien buscan hace ya casi dos meses desesperadamente sus padres, no es el único caso de "DESAPARICIÓN" de un menor de edad en el departamento de Nariño donde temporalmente vivimos pero sí uno de los más difundidos por los medios de comunicación hasta convertirse en un caso emblemático que revive y recuerda muchos otros casos recientes a nivel nacional. 

En las calles hay miles de carteles con un letrero que dice, en mayúscula y en rojo: "DESAPARECIDA" pegados en las ventanas de los taxis, locales comerciales, espacios públicos, en Centros de Atención Judicial (CAI Policía Nacional), entre otros lugares de la ciudad de Pasto (Nariño).

Siendo padres recientemente podemos entender mejor la angustia que pueden tener otros padres cuando pasan unos minutos, horas y días enteros sin conocer el paradero de sus hijos, sin saber si están bien, incluso sin saber si aún se encuentran con vida aunque la esperanza que así sea nunca se abandone, cuántos padres tienen que ir a sus camas con una palabra que no logra definir el estado real de la situación y estado en que se encuentre alguien: DESAPARECIDO. 

A las Madres de la Candelaria, las Madres de Soacha o las Madres de Plaza de Mayo les arrancaron a sus hijos, pero de manera indirecta nos los arrancaron a nosotros también, pues son hijos de la sociedad. ¿Qué pasaría si a cada caso de "desaparición" y violación de los derechos de los niños (principalmente) el "mundo" se detuviera? 

Durante la acción dejamos correr los dos videos del parto de Miel mientras los tres nos duchábamos con la puerta abierta, entre abierta y a veces cerrada, el sonido del agua cayendo se entremezclaba con los gritos del video que reverberaban en la sala momentos antes de nacer nuestra bebé. 

El padre, David Ortiz, sale en dos ocasiones del baño, en su primera vestimenta híbrida se coloca un unas botas pantaneras, cubre su cabeza dejando a la vista solo sus ojos, corbata, ropa negra y un machete, con el machete esparce las tablitas que caen sobre las pequeñas prendas de la bebé. Entra y sale del baño con un vestido lila, su rostro distorsionado con una media velada, un gorro del Ejército de Colombia y apunta con una cámara de video los rostros de las personas presentes mientras las graba. 

Entreabro la puerta de la ducha permitiendo ver cómo le pongo a Miel su vestidito mientras ella permanece conectada a su leche materna, salimos de allí y nos refugiamos en una estructura realizada por el padre, colocando una a una de las tablitas deterioradas por el tiempo, al interior de ella reposa la foto de la niña de 5 años con su bella sonrisa, nos resguardamos dentro del "templo" para ella y para todos los niños y niñas que esperamos vuelvan a sus hogares. Miel sigue chupando mi seno repleto de su alimento, de reojo ella observa a los presentes sin comprender del todo por qué todos la observan en silencio pero con la plena tranquilidad de estar sana y salva junto a su alimento, junto a su madre. 

Es inaceptable, primero, ejercer la violencia contra los seres humanos más pequeños de nuestra sociedad, y segundo, que queden impunes.

David me entrega uno de los carteles que circulan por la ciudad de Pasto sobre Paula Nicole Narváez (la niña desaparecida) y lo coloco sobre el "templo". 

Yo solo observo a mi bebé, David solo peina suavemente mi cabello mojado y Miel, por su instinto de supervivencia, solo se alimenta.
Miel y yo entramos nuevamente a la ducha donde escribo: 
Nacemos....y nos 
Desaparecen
Asesinan
Violan
Golpean 
Secuestran 
Torturan
Pues es una realidad que viven muchos niños y niñas ¿hasta cuándo?