Agradecimientos: Estación Corregidora Plataforma de Arte Acción,

Fausto Gracia, Ivonne Gallegos, Balam Ronan y Erika Mayoral. 

En la Plaza Guerrero agito una campana llamando la atención de varias personas que se encuentran en la Plaza y con un megáfono digo: DESPIERTEN.

Sobre una esfera de concreto que emana agua coloco la campana y sobre ella una muñequita queretana (inspirada en las mujeres indígenas otomíes), extiendo una cinta de “PELIGRO, NO PASE” y con ella ensamblo la muñeca con la campana, de tal forma que la campana queda bajo su vestido.

Hago sonar de nuevo la campana agitando la muñeca, digo nuevamente con el megáfono: DESPIERTEN, y luego pregunto: ¿ALGUIEN CONOCE HISTORIAS DE VIOLACIONES SEXUALES CONTRA MUJERES?, escucho a algunas mujeres decir “SÍ”.

Pregunto: ¿CONOCEN? Y luego afirmo: YO CONOZCO MUCHAS HISTORIAS.

Repito estas palabras unas veces más y luego ensamblo seis cartones blancos con cinta, mientras lo hago escucho que discute un vendedor dueño de un puesto temporal de la feria instalado en espacio público, él alega que pagó por tener su negocio en la feria y no dejamos transitar a sus clientes, quiere que nos vayamos a otro lado, seguramente la palabra “violación” o “sexual” incomode a sus clientes que disfrutan de un plato de comida.

Llevo el tiraje de cartones dentro de la fuente, éstos tienen un escrito, antes de iniciar la lectura agito la campana-muñeca y digo a través del megáfono: ESTA ES MÍ HISTORIA.

Empiezo a leer y “algo” se quiebra además de la voz, por un momento dejo de ser la mujer empoderada de su cuerpo y su presente para recordar a la mujer que se sintió vulnerable y agredida por un falo.

Cada vez siento más gente alrededor de la fuente, al terminar mi propio escrito, mi propia vivencia, me acuesto en el agua, utilizo un palo en punta para atravesar y desgarrar el plástico que cubre cada escrito, una membrana que cubre y protege este cuerpo-escrito, por sus perforaciones el agua entra, la tinta de las letras se corre y el cartón se deshace, ya no es el mismo.

Sumerjo mis piernas bajo esta fina membrana, queriendo fusionarme con el escrito que ha adquirido cuerpo y vida. Coloco la muñeca dentro de mis medias veladas y ubico su falda entre mis piernas, desgarro las medias con el palo en punta y aparece la pequeña esfera que permite tintinear a la campana, y junto a su tintineo grito: DESPERTEMOS.

Al separar de mí la muñequita, me estremecí al sentirla en mis brazos, solo pude abrazarla y besarla pensando en mí bebé, en esa pequeñita mujer.

Tzitzi Thlini (Sonido de campana en lengua náhuatl - Azteca)